Imagen Luciérnaga

Esta serie lumínica pretende conjuntar poética y política mediante la inclusión de la imagen mental, el recuerdo y el rostro a través de un pequeño homenaje. Es mi manera de mostrar mi profundo agradecimiento a aquellas mujeres -madres e hijas en su gran mayoría- quienes de manera generosa y desinteresada, han compartido conmigo sus recuerdos, sus testimonios, sus fotografías y su dolor frente a la pérdida o la desaparición de alguno de sus familiares en contextos de violencia, injusticia, exclusión y marginación.

Parto del afecto y de la memoria metaforizada -al igual que lo hace Didi-Huberman- por la débil luz de las luciérnagas como un símbolo para reflexionar sobre el poder de resistencia de la memoria y del afecto como un gesto de esperanza. Al igual que lo hacen las luciérnagas, las imágenes que conforman esta serie, se presentan como una fulguración, como algo que relampaguea. Esta serie, construida mediante dibujo sobre soporte acrílico transparente, presenta rostros separados por un recuadro que representa la ausencia del familiar desaparecido que se hacen visibles al ser detonados ante la presencia del observador mediante la incorporación de un dispositivo de sensor de movimiento que permite activar las fuentes de iluminación.

La reminiscencia de la fuente de iluminación incorporada, y su activación y desactivación nos invita a reflexionar sobre la necesidad de implicar al otro para que esa existencia ocurra.

A través de este repertorio se plantea un diálogo sobre una experiencia significativa que tiene resonancia tanto en lo individual como en lo colectivo, para traspasar los límites de la visualidad propia, insistiendo en la necesidad de la mirada de nuestro semejante para resistirse al olvido al hacer visible lo ausente a través de la luz de la memoria y de la imaginación como imagen superviviente, en resistencia.